Jorge de la Rosa Vélez

Nació en el Distrito Federal un 28 de marzo de 1954. Realizó sus estudios de licenciatura de Químico-Farmacéutico-Biólogo en la Facultad de Química de la UNAM y obtuvo su título en febrero de 1977.
Con un trabajo de tesis con un objetivo el de caracterizar una hormona neurodepresora de la glándula sinusal del acocil Procambarus bouvieri. Su trabajo fue objeto de mención honorífica.
Laboró como ayudante de investigación en el Departamento de Bioquímica del Instituto Nacional de la Nutrición. En 1978, trabajó para la Oficina de Mejoramiento en el Hábitat, del entonces Departamento de Pesca. Continuó sus estudios de posgrado (maestría y doctorado) en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, en donde obtuvo su grado de Maestro en Ciencias en noviembre de 1980.
Posteriormente obtuvo el grado de Doctor en Ciencias con una investigación que versó sobre la variabilidad genética de las poblaciones del ostión Crassostrea virginica en el Golfo de México, la cual defendió en agosto de 1986. Recibió mención honorífica.
Estas dos líneas de investigación que Jorge exploró durante su formación (la regulación de procesos a nivel bioquímico y la genética poblacional), se convertirían en elementos centrales de su inquietud intelectual. Es al inicio de este periodo de formación, que une su existencia a la compañera de su vida Marcela Conroy Paz y procrean a sus hijos.
Leonardo y Fernando. Su pasión por la ciencia y la vida, pronto se traducirían en la formación de un gran número de profesionistas, principalmente en ciencias del mar, que ahora continúan la labor que Jorge inició.
Debido a su gran inquietud intelectual, durante sus estudios de posgrado Jorge ya se desempeñaba como Profesor Asociado en el área de Ecosistemas Acuáticos del Departamento de Zootecnia de la Universidad Autónoma Metropolitana en la Unidad Iztapalapa. En esta institución realizó investigaciones relacionadas con la aportación de la actividad microbiana en la producción de cuerpos costeros y un estudio ecológico sobre el sistema pantanoso en el Bajo Río Coatzacoalcos. En 1985, la facultad iniciaba con el programa de maestría en Oceanografía Biológica y siendo el coordinador del programa el Dr. Ramón Cajal Medrano, lo invita a integrarse a la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California (FCMUABC) a partir de septiembre de 1986, en donde laboró a partir de entonces. A su llegada a la Facultad, se reencuentra con sus compañeros de la infancia Eliseo y Antonio Almanza Heredia, con los que Jorge, además de la academia, reencuentra con ellos la música y comparte la vida. Su contratación pretendía fortalecer el entonces posgrado en Oceanografía Biológica promoviendo los estudios de genética de organismos marinos y la evaluación genética de recursos de importancia comercial.
Con los años, la labor de Jorge no sólo fortaleció el posgrado, sino que se convirtió en uno de sus investigadores más productivos y con una gran cantidad de alumnos, que fueron atraídos a su laboratorio, por su capacidad intelectual y dinamismo. Como era de esperarse, su inquietud incansable no terminó con sus logros en el posgrado para el que fue inicialmente contratado.
Años más tarde fue Director de la Facultad de Ciencias Marinas, febrero 1992 a marzo 1996, a la que siempre impulsó para lograr un mejor nivel académico entre sus integrantes y en 2006 fue artífice para dar inicio al Posgrado en Ecología Molecular y Biotecnología en la FCM-UABC.
Es aquí, en la FCM-UABC donde la labor del Jorge florece como producto de su inteligente, incansable y persistente actividad académica. A partir de su integración a la FCM-UABC, fue pionero al interior de esta Facultad en los estudios de genética y comienza a hacer estudios de genética poblacional en especies de importancia comercial como los camarones (Litopenaeus stylirostris, Farfantepenaeus californiensis y F. brevirostris) y el caracol Astraea (Litophoma) undosa. Durante este periodo fue fundador del Laboratorio de Genética con sede en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la misma UABC, labor que continúa al frente Francisco Correa. A partir de este momento, se comenzó a gestar el grupo académico que finalmente se convertiría en el actual Cuerpo.
Académico de Ecología Molecular (CAEM), del cual Jorge fue su motor y líder. Los resultados de estas investigaciones iniciales, contribuyeron en la formación de los primeros estudiantes de posgrado que fueron dirigidos por Jorge. Debido al crecimiento del Laboratorio de Genética del IIO, parte de las actividades del mismo se reubicaron en la Facultad de Ciencias en donde permanecieron hasta la creación del Laboratorio de Ecología Molecular de la FCM en 1999. Actualmente, el Laboratorio de Ecología Molecular, junto con los laboratorios de Genética del IIO, Biología y Ecología del Desarrollo del mismo IIO y el Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias, conforman el núcleo de instalaciones en las cuales Jorge, a través de su incansable labor académica, dejó sembrada la semilla. Es importante destacar, que la mayor parte del equipamiento de estos laboratorios se obtuvo gracias a la obstinada labor de Jorge por integrar el esfuerzo académico en las distintas unidades de la UABC, sin importar el nombre de la Facultad o Instituto hacia donde se dirigieran los esfuerzos. Es principalmente dentro de estos laboratorios en donde el Dr. Jorge de la Rosa Vélez, formó 4 doctores en ciencias en Oceanografía Costera y dejó en formación otros 4 que a punto se encuentran de obtener su grado. Asimismo, dirigió más de 15 tesis de maestría y más de 10 tesis de licenciatura en Oceanología y Biología.
Sus trabajos de investigación dieron como resultado más de 50 artículos publicados en revistas de prestigio internacional como Molecular Ecology y Journal of Fish Diseases y son innumerables sus participaciones tanto en reuniones nacionales e internacionales, en donde Jorge presentó los avances de sus investigaciones.
A lo largo de su trayectoria académica, sus trabajos se enfocaron en entender la genética poblacional de organismos marinos, la genética de organismos de importancia comercial, y recientemente a comprender al nivel molecular la genética de virus que afectan al camarón en cultivo. La habilidad intelectual de Jorge le permitió contribuir en áreas muy distintas.
La genética poblacional y la regulación al nivel bioquímico, se convirtieron en sus directrices intelectuales y lo llevaron a ser pionero dentro de la FCM y el IIO en la utilización de técnicas moleculares o del ADN recombinante, referidas en forma común como “Técnicas Moleculares”.
Al inicio sus investigaciones dieron como producto trabajos relacionados con la genética poblacional de la vaquita (Phocoena sinus), marsopa endémica del Golfo de California y de otros mamíferos marinos como el lobo marino de California (Zalophus californianus) y la ballena azul (Balaenoptera musculus) así como el calamar gigante del Golfo de California (Dosidicus gigas). Más adelante, su interés en la regulación de los procesos al nivel bioquímico lo llevó a realizar estudios para detectar variantes virales y su efecto en el cultivo del camarón blanco (Litopenaeus vannamei).
Estas investigaciones se convirtieron en su línea central de investigación durante los últimos años y las estuvo realizando en colaboración cercana con la Unidad Mixta de Investigación 219 (DRIM) de la Universidad de Montpellier II en Francia y con el sector productivo camaronícola (Aquapacific S.A. de C.V.). Durante este periodo desarrolla una amistad entrañable con Jean Robert Bonami, investigador responsable del laboratorio en Montpellier, con quien en repetidas ocasiones y entre discusiones sobre virus, compartió el vino francés y de Baja California.
Es durante este periodo también que extiende sus colaboraciones sobre variantes virales, hacia la Universidad de Huhan en China, a través de su relación con la Dra. Shengli, y continua colaborando con Investigadores de la Universidad de Sonora entre los que destacan Manuel Grijalva, Reyna Castro, Gloria Yepis y Francisco Albores con los que además de escudriñar los genomas virales, compartió la excelente carne asada.
En forma paralela, su inagotable ánimo, lo llevó a seguir colaborando con sus colegas dentro del CAEM en investigaciones relacionadas con la variación de alozimas en Artemia franciscana y peces endémicos de la familia Fundulidae (Fundulus spp.) así como proyectos relacionados con la regulación y claves ambientales que modulan la metamorfosis en el erizo de mar (Strongylocentrotus purpuratus). Su interés en la genética de especies endémicas lo llevó a seguir colaborando en investigaciones en las que se aplicaron marcadores moleculares como estimadores de variabilidad genética poblacional en totoaba (Totoaba macdonaldi), bacterias (Vibrio spp.) y algunas especies de mangle (Rhizophora mangle y Avicennia germinans).
Su intensa labor académica a lo largo de los años se consolida con la integración al interior de la UABC del Cuerpo Académico de Biología Molecular, que más adelante cambia de nombre para formar el actual CAEM. Dentro de este grupo Jorge impulsó la formación del posgrado en Ecología Molecular y Biotecnología, el cual formalizó y dio inicio a sus actividades a partir de agosto de 2006. Como parte de ese ejercicio de integración y promoción de la creatividad intelectual al interior del CAEM y con los estudiantes, Jorge insistió, aun en momentos de flaqueza, el instituir la Reunión Anual de Estudiantes de Ecología Molecular y Biotecnología. El Dr. de la Rosa Vélez recibió innumerables reconocimientos. Además de las menciones honoríficas durante su formación profesional se pueden destacar: la medalla Gabino Barreda al Mérito Universitario por parte de la UNAM en 1988; Candidato a Investigador del Sistema Nacional de Investigadores a partir de 1989 e Investigador Nacional I a partir de 1992; y en convocatoria reciente 2007 fue ascendido a Investigador Nacional Nivel II; El reconocimiento al Desempeño Académico en el máximo nivel por parte de la UABC a partir de 1995, reconocimiento que mantenía hasta la fecha; fue reconocido “Miembro Honorario de la Asociación de Oceanólogos de México” en 1995 por su incansable labor a favor de las ciencias del mar y en dos ocasiones posteriores (1999 y 2000) el “Reconocimiento a su Trayectoria Profesional” por la misma Asociación de Oceanólogos; obtuvo el “Reconocimiento al Merito Académico” en 1997 por la UABC; fue miembro de la Academia Mexicana de Ciencias a partir de 2001 y reconocido en 2004, por su labor como editor de la Revista Ciencias Marinas en el evento del XXX aniversario de la revista.
Su contagiosa pasión por la ciencia, su inteligente y aguda visión para abordar los problemas científicos, su incansable ánimo para tratar y promover nuevas ideas, su inmensurable esfuerzo para proporcionarnos los medios para hacer más eficiente y sencillo nuestro trabajo, su entrañable presencia como colega, amigo y persona, y su desinteresada labor por contribuir en la formación académica de las nuevas generaciones, no podremos leerlas en un escrito. Nos queda pues, mantener siempre viva su presencia, emulando día con día, todas y cada una de sus enseñanzas, que a través de su ejemplo, nos propuso para ser mejores seres humanos.
Por toda lo anterior y por todos sus proyectos que quedaron caminando se nombrar el laboratorio donde desempeñaba sus actividades académicas y de investigación lleve su nombre.
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