Meredith Gould Chambers

Asignación de Nombre
Dra. Meredith Gould Chambers

La Dra. Meredith Gould Chambers nació el 2 de febrero de 1940 en Billings, Montana. Creció en un ambiente rural, rodeado de bosques, estanques, arroyos y pequeñas granjas. Su madre fue una artista y su padre fue un maestro de un orfanato, lo cual es congruente con su conocida sencillez, su sensibilidad y su siempre buena disposición por ayudar a los demás.

Su interés por la ciencia se manifestó desde su juventud temprana, iniciando su formación científica en un colegio para mujeres en Massachussets, el cual tenía un programa de zoología muy fuerte a nivel nacional. Su sólida formación académica se forjó en universidades de reconocido prestigio internacional. Sus estudios de doctorado los llevó a cabo en la Universidad de Stanford, posteriormente realizó estancias posdoctorales en la Universidad de Washington, Seattle, en la Universidad de British Columbia, Vancouver, y en la Universidad de California en San Diego. Trabajó en UCSD como profesor adjunto de biología durante varios años. En 1984 decide establecerse en México, llegando a la Universidad Nacional Autónoma de México en donde es contratada como profesora de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California en 1986. Desde ese año, hasta 2006, trabajó incansablemente en la docencia y en la investigación científica, involucrando a sus estudiantes en gratificantes experiencias de investigación, en el desarrollo y equipamiento de laboratorios de biología en la Facultad, y realizando investigación de primer nivel.

La Dra. Meredith Gould vivió una vida ejemplar como científica y como persona. La profundidad y amplitud de sus conocimientos fueron siempre reconocidas y apreciadas por quienes tuvieron el privilegio de conocerla, pero al mismo tiempo fue siempre una persona de amable trato y respetuosa con todos sus compañeros y con sus alumnos. En el terreno de la docencia, la Dra. Gould diseñó cursos que permitirían que los estudiantes pudieran desarrollar y comprobar cuestiones científicas surgidas de su propia curiosidad, convirtiendo las prácticas de laboratorio en valiosas experiencias de investigación para sus estudiantes de licenciatura. Logró tener una gran presencia entre sus estudiantes con quienes compartió grandes y valiosas experiencias. A sus alumnos les transmitió no solo conocimiento de gran calidad y experiencias únicas en los laboratorios, sino también valores humanos, disciplina, perseverancia, confianza en sí mismos, curiosidad por conocer más y un gran amor por la ciencia. Muchos de los que fueron sus estudiantes y ahora se encuentran desarrollando sus propios proyectos y laboratorios en diversas partes tanto de México como del extranjero, la recuerdan con gran cariño y agradecimiento por el calor humano y la calidad de la formación que recibieron de ella a través de sus cursos.

De los numerosos cursos impartidos por la Dra. Gould en la UABC podemos mencionar los siguientes: Fisiología Animal Comparada, Biofísica, Biología del Desarrollo, Técnicas de Biología Molecular, Biología Molecular del Desarrollo de Plantas y Animales. También organizó talleres para profesores y estudiantes sobre temas diversos, tales como Tecnología de ADN Recombinante, Secuenciación de ADN, Biotecnología de Cultivos, este último apoyado por instituciones internacionales como UCSD y USMEXUS. Su legado fue muy grande, tanto para quienes tuvieron el privilegio de ser sus alumnos y compañeros, como para futuras generaciones de estudiantes que beneficiarán con las herramientas y técnicas bioquímicas utilizadas por la Dra. Gould en la Facultad de Ciencias. Vale la pena mencionar que dichas técnicas forman parte de un manual que se utiliza actualmente en un curso que se imparte en la Universidad de California en San Diego.

Sus investigaciones se enfocaron al estudio de fertilización y desarrollo del ovocito en los invertebrados marinos Urechis Caupo. En particular, las investigaciones de la Dra. Gould y sus colegas revelaron importantes etapas en el complejo mecanismo molecular mediante el cual es esperma inicia el desarrollo del ovacito. En uno de sus trabajos más importantes de su obra científica, publicado en la revista SCIENCE, se logró hacer un descubrimiento de una proteína aislada en la superficie del espermatozoide de Urechis Caupo, la cual es capaz de iniciar el desarrollo de nueva vida con los mismos cambios morfológicos y electrofisiológicos que hace el esperma intacto. En 1997 fue electa fellow de American Association for the Advancement of Science por su trabajo en este campo, en particular, por mostrar como el proceso de fertilización induce cambios eléctricos en el ovocito que impiden la fusión de esperma adicional. Como resultado de sus investigaciones con sus colaboradores, publicó alrededor de 50 artículos científicos en revistas arbitradas de alto impacto internacional. Sus trabajos son citados en libros de texto y en una gran cantidad de artículos especializados de prestigiosas revistas, entre las que destacan Science, Nature, Developmental Biology, Journal of Cell Biology, y otras. Uno de sus proyectos más recientes en la Facultad de Ciencias de la UABC, en el cual involucró la participación de sus estudiantes de licenciatura, fue en el tema del combate a la enfermedad de Pierce en plantas de uva, encontrando la cura in vitro.

La Dra. Meredith Gould recibió diversos reconocimientos por la calidad de su trabajo académico, obtuvo el Chancellor’s Club Teaching Award en UCSD, Kallman Award en Stanford University, Oustanding Teacher Award en UCSD, Chairman Gordon Research Conference on Fertilization and Early Development, Sistema Nacional de Investigadores Nivel II desde 1990, Premio al Mérito Académico 1995 en la UABC, Fellow of the American Association for the Advancement of Science.

Un aspecto muy importante de la Dra. Meredith Gould es su enorme disposición al trabajo, para ella no existían las barreras para lograr hacer investigación de primer nivel aun partiendo de la nada, de no contar con equipo ni laboratorio armado. En los lugares que ella trabajó siempre armó su propio laboratorio echando mano de todos los recursos a su alcance, demostrando que cuando se tiene un verdadero amor por la ciencia no hay obstáculos para hacer investigación de calidad. Cuenta el Dr. Stephano que cuando la Dra. Gould llegó a la UNAM en 1984 no contaba con laboratorio en esa institución, sólo logró que le asignaran un pequeño espacio vacío que había sido utilizado como depósito de cadáveres para los estudiantes de medicina. Ella se dio a la tarea de limpiar el lugar, pintarlo, y armar ahí su laboratorio, consiguiendo material de donde se podía. Reparó y pintó mesabancos de desecho sacados de los escombros para traerlos y usarlos en su laboratorio. Con la ayuda de un herrero construyó una campana de Faraday para el laboratorio. Para evitar vibraciones del electrodo en los registros intracelulares, consiguió una pesada pieza de mármol para colocarla sobre la mesa de experimentos. Para construir un filtro biológico, la Dra. Gould recorrió varias ostionerías de la ciudad de México recogiendo conchas de ostión para lavarlas, romperlas y ponerlas en estanques que anteriormente fueron depósitos de formol y cadáveres. En menos de dos años, un laboratorio construido con sus propias manos, daba sus frutos al permitir hacer importantes descubrimientos científicos que condujeron a una publicación en la revista Science, una de las más prestigiosas del mundo.

Cuando llega a la Facultad de Ciencias de la UABC en 1986 se repitió la historia de armar un laboratorio prácticamente a partir de la nada. El aula A8, que inicialmente funcionaba como laboratorio para docencia, después de años de trabajo y esfuerzo fue convertido en un laboratorio de investigación y docencia que ahora se conoce como el Laboratorio de Biologia de la Reproducción y en el que trabajó durante aproximadamente 20 años. Las mesas de madera del laboratorio fueron construidas por los estudiantes. Gracias a los contactos de la Dra. Gould con universidades estadounidenses, principalmente UCSD, buena parte del equipo se consiguió a través de donaciones, muchas veces se trataba de equipo dañado que era reparado por el mismo equipo de trabajo de la Dra. Gould, otros equipos fueron construidos en la propia Facultad de Ciencias con la colaboración de físicos de las instituciones vecinas como CICESE y CCMC. En un principio no había ni agua destilada para realizar los experimentos y se tenía que pasar a las farmacias a comprarla, el agua de mar era acarreada en cubetas. Cada práctica, cada nuevo experimento, requería de nuevos equipos y comprar más reactivos. Sin embargo todo esto era congruente con la filosofía de la Dra. Gould, de hacer todo con nuestras propias manos demostrando así que es posible realizar sueños en un país como México. Ella pensaba que esta manera de trabar era importante en la formación de los estudiantes, para que pudieran ir a otras partes del país donde hay laboratorios vacíos y pudieran ser capaces de equiparlos con imaginación y esfuerzo y realizar en ellos investigación científica de frontera.

Por todo los dicho, que no refleja la totalidad de su obra y de sus aportaciones, por su incesante esfuerzo en el desarrollo y equipamiento de laboratorios de investigación en biología, la comunidad de la Facultad de Ciencias le hace un merecido reconocimiento proponiendo que al Laboratorio de Biología de la Reproducción le sea asignado el nombre Laboratorio Dra. Meredith Gould Chambers.

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Dra. Meredith Gould Chambers